La parroquia San Juan de Valaquia de la ciudad de Barranquilla, Colombia, dentro del marco del “Año Solemne de la Pastoral de las Personas Mayores” y como parte del proyecto “Puente entre Generaciones”, queremos recomendar la labor de nuestra fiel LAURE YOUHANNA MOUCHALEH DE CURE, nacida el 14 de septiembre de 1943. Este año cumple 80 años.

En estos momentos es la 1ra presidenta de la Damas Ortodoxas de Barranquilla, la queremos recomendar por ser el primer contacto en la ciudad de Barranquilla para iniciar la misión ortodoxa, recordemos que yo como párroco ahora, soy el primer y único sacerdote ortodoxo de la ciudad y del Departamento.

 Ella lleva en estas regiones desde que tenía 15 años y desde esa época y viviendo entre católicos romanos y protestantes, jamás cambió su fe ortodoxa y yo llegué hace 4 años nada más, para que tengamos idea de su perseverancia en la fe verdadera. Por eso es muy grato recomendarla, ella agrupó amigos y conocidos y me ayudó a ir convocando a los fieles ortodoxos en la ciudad. En su casa se realizó la primera Divina Liturgia de nuestra misión y puso a disposición un apartamento para que viviera el nuevo padre ortodoxo en la ciudad.

Como vivimos junto al mar, el primer año ella motivó para la fiesta Epifanía del Señor junto con el padre Esteban a que se bendijera el mar y desde el año 2020 se hace con mucho cariño y devoción dicho acto, y esperamos se vaya extendiendo esta bella celebración.

Ella da charlas de motivación en “Hogares Crea”, para jóvenes con problemas de adicciones y ella misma se ha declarado abogada del padre para ayudarle en lo que sea necesario y pueda colaborar, así como nos ha acompañado a encuentros interreligiosos, representando a la Iglesia Ortodoxa.

Ella no había querido recibir ningún nombramiento en la Iglesia pues ella trabaja por el bien de todos, para aceptar el cargo de presidenta de las Damas Ortodoxas, fue animada por la Embajadora de Rumania, la Excelentísima Señora Claudia Tusa, así como del cónsul honorario de Rumania en Barranquilla el Señor Joseph Dacarett, para indicar así su deseo de servir y no de figurar.

Quiera Dios que esta bella labor y obra de una mujer viuda y con 7 hijos, sobrina y nieta de sacerdotes ortodoxos sea reconocida por tantos años de silencio y algo de aislamiento de la vida eclesial ortodoxa y que desde que llegó la Iglesia se ha convertido en un gran apoyo, para el padre, la parroquia y los fieles.  DIOS SEA BENDITO POR TODO.